"L'HOMME EST BON, LA SOCIETÉ LE PERVERTIT" Jean Jacques Rousseau

Y en cada uno de nosotros se encuentra la virtud y cualidad de eludir dicha perversión, primero en uno mismo, para luego ayudar a los demás en la misma intención.

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en el "sótano" de la pág, podemos chatear

domingo, 27 de junio de 2010

Julio Ríos; sentenciado por los dioses



Domingo 21 de Setiembre de 2008, a mediodía, en Canal 10, Saeta, Montevideo, Uruguay.

El programa Punto Penal, en ese mediodía recibe un llamado telefónico a través del cual, Julio Ríos es “puesto en su lugar” por el entonces Presidente de la República, Tabaré Vázquez, a causa y razón de los dichos de este “proyecto” de periodista deportivo, vertidos minutos antes en el programa, en relación a hechos acontecidos antaño en el Club Deportivo Progreso, cuando el Señor Presidente de la República era el Presidente de dicha institución deportiva y social.

Las puntualizaciones telefónicas realizadas por Vázquez fueron absolutamente pertinentes y aclaratorias, dejando zanjado el posible debate, ya que decretó con categoría y solvencia, que nada había tenido que ver con los problemas mencionados por Julio Ríos, y que tales problemas, además, no habían sido tales -de nuevo-.

Sin réplica posible, dado el contexto humilde y puntual expresado por Vázquez, Julio Ríos, solo se atuvo a decir: “está bien”; “perdón”; “si Señor”; etc, etc, etc.

Lo triste de todo esto, es que unos minutos antes de “caer” la llamada telefónica, la forma efusiva en que se expresaba, no se vio reflejada en las respuestas lacónicas y humildes que le dio al Presidente… Parecía otro Julio Ríos, casi antagónico en carácter y temperamento, al del principio. ¿Sería porque se trataba del Presidente?; ¿sería porque el Presidente tenía razón?; ¿sería porque alguna forma de temor “romano” lo invadió, y temeroso de alguna represalia optó por el estilo arrastrado al contestar las imprecaciones?

Vaya uno a saber, pero así fue. Está en You Tube!, ese trecho del programa!!!

Eso si: ni un católico-marxista, habría sido tan elocuente y claro como lo fue Vázquez en esa instancia!

Ni un Kaiser del Opus Dei, habría sido tan específico y contundente, como lo fue Vázquez!

Ni siquiera un ad láter de la secta Moon, hubiera respondido con tanta solvencia!

Ni tampoco un DM de cabecera de un Sapiurka en agonía, hubiera sido tan diáfano en su diagnóstico!!!

Simplemente brillante!!!

Vergüenza, repito, lo de julio Ríos, al cambiar su estilo de golpe, y desde la euforia, pasar de golpe a un servilismo humillado!!!

Y era lógico, que con el correr del tiempo, los dioses del destino habrían de actuar…

Casi dos años después, Ríos pierde su lugar en la radio, pero, quizás para que no quedara tan en evidencia una venganza del poder sobre él, Canal 10 (el mismo donde ocurrieron los hechos relatados) le da hoy la oportunidad de concurrir a Sudáfrica, al mundial de fútbol, que el dice fue también obra de los dioses, cuando menciona: “es una bendición de Dios la que permite que hoy esté acá (Sudáfrica)”.

¡Quedate allá boludo!!!

No vengas más!!! Cagón!!!

“Ave Caesar! Morituri te salutam!!!!!” (expresión de los gladiadores en el Circo Romano, previa a los enfrentamientos en la arena, saludando al César (emperador omnipotente) de turno.-

“Ave Tabarea!!!! Julitus el humilde, te saluta!!!”

sábado, 26 de junio de 2010

IMPRESIONANTE MAESTRO!!!!


Además de andar mostrando al mundo el excelente Director Técnico de fútbol que es, también demostró ser un INCOMPARABLE MAESTRO DE ENSEÑANZA PRIMARIA, con su exposición socio-cultural en la conferencia de prensa luego del encuentro de Uruguay con Corea del Sur!!!!!
BRILLANTE MAESTRO!!!!! ...GRACIAS!!!!!!

Toto, Moar, etc, bórrense ya!!!!

GRANDE!!! MAESTRO!!!

jueves, 24 de junio de 2010

A escasos minutos de este instante, se cumplirán seis años del nacimiento de Lucía, la pequeña, entre mis cinco hijos…

Apenas pasada la medianoche entre el 23 y el 24 de Junio, nació la niña.

Recuerdo que era esperada para unos días más tarde, de acuerdo a la consabida medición casi estúpida de los médicos, que olvidan calcular, entre otras cosas, las fases lunares y su influencia sobre tantos elementos, como son las mareas, la germinación de las semillas, el corte de la madera para su mejor duración, las migraciones de muchas aves y, también, la parición de las hembras de tantas especies animales, incluida la humana.

Tienen presente las famosas “nueve lunas”, pero olvidan, repito, las fases del satélite natural terrestre…

Así, la madre concurrió a un examen de rutina con el ginecólogo, y se encontró con dos noticias: una, que la cría estaba en riesgo de vida, a causa de problemas respiratorios; otra, que estaba a punto de nacer, en esa fase lunar, es decir, el día en que comenzaba la luna creciente de ese mes. Fuerza natural, que no iba a esperar los dictámenes de un idiota profesional que en su profesionalidad olvidó incluir las cosas sencillas y simples de la vida, que conllevan tanta sabiduría ancestral…

Mientras tanto, el idiota que suscribe, confiando en el otro idiota, descuidó la circunstancia inefable e infalible de la luna y la madre natura, y se puso, cómoda y descuidadamente, a preparar los agasajos para San Juan, en ese cruce de fechas mencionado, del 23 al 24 de Junio, del año 2004.

En plena tarea de preparativos, recibo la llamada telefónica de mi hija del medio, Raffaella, para avisarme del inminente nacimiento de su hermanita.

Suspendiendo el homenaje a San Juan, fui corriendo a rendir homenaje a la que llegaba a este valle de lágrimas.

Yo, que quería regalar a San Juan una vez más, recibí de él, el mejor regalo: a escasos minutos de comenzada su fecha, Lucía llegó al mundo, para hacerme recordar cada día de San Juan de cada año, al Santo y a la niña… Y San Juan, para hacerme recordar cada día de Lucía de cada año, a la niña y al Santo…

Hoy, 24 de Junio de 2010, Lucía cumple 6 años, y San Juan posiblemente unos 2010 o 2011.

El único santo católico que se conmemora en el día de su nacimiento, en tanto que los demás son conmemorados en las fechas de sus respectivos martirios y muertes.

La otra excepción es el mismísimo Cristo Jesús, o Jesucristo, que recibe su conmemoración en Noche Buena y Navidad, por su nacimiento, claro, si no, no sería Navidad o Natividad, sino mortandad, o similar, jeje.

En esta religión que le rinde culto a los muertos y a la muerte, que es la única que como uno de sus principales emblemas porta un crucifijo con el muerto clavado y colgado de los palos en cruz, sostenemos la virtud de morir para poder ser real y totalmente felices a partir de la resurrección… que no es lo mismo que la reencarnación de los hindúes, por ejemplo, mucho más cómoda por su frecuencia de almas llegando al mundo terreno, ni la de los chinos que sustenta la fe de no volver más, ni reencarnando ni resucitando.

Fe.

El acto de fe trasluce ideas firmes, aunque no indica nada respecto a los hechos firmes, eso se le deja a la ciencia. Y en este mismo mundo, donde las cosas han ido cambiando en todo sentido, actualmente la Iglesia comenzó hace unos años, a manos de Juan Pablo II, con la reivindicación de Darwin, que había sido excomulgado a causa de sus ideas de la evolución, diciendo Karol el grande, que la ciencia y la fe, pueden transitar sus respectivos caminos, pero de la mano ambas, sin necesidad de desavenencias ni confrontaciones como las que se vivieron en el pasado, en tiempos de la Inquisición, por ejemplo.

Hace poco, apenas asumió su pontificado, Benedicto XVI repitió la idea de Juan Pablo II, agregando que la Iglesia, en la medida que pasa el tiempo, sostiene principios científicos abiertos y claros, sin por ello dejar de sostener igualmente la misma fe primordial que la caracteriza.

La ciencia, a su vez, rectifica la idea de evolución de Darwin, implantando premisas nuevas, modernas, que adhieren más a lo fortuito de la fe, por así decirlo, que a la cerrada convicción de lo irrefutable de San Andrés y San Tomás, por un lado, y lo también irrefutable, aunque a la inversa, de San Francisco.

Uno, diciendo que si no veía al Cristo resucitado, no creía… el otro, haciendo alarde humilde –si existe la posibilidad de que el alarde a la humildad corran juntos, como la ciencia y la fe según Juan Pablo- de sus estigmas…

Uno, recibió la prueba científica, o al menos empírica, de tocar las llagas del Señor… el otro, recibió la prueba de fe, a través de sus muy empíricos estigmas…

Luego de ambos, cada uno en su respectivo tiempo vivido en el planeta, muchos han sido los petulantes que enarbolan las llagas y los estigmas de las llagas, en intención de favorecer de alguna forma sus pretensiones tan mundanales…

El olor de rosas acompañando ambas situaciones, la de Cristo resucitado y la de San Francisco recién muerto… Las mismas rosas que acompañan a la Virgen en Lourdes…

También le regalé rosas a la madre de Lucía al nacer la pequeña flor… pero no se murió ni presentó estigmas, por tanto, nunca sabré sobre la posibilidad de que pudiera exhalar aroma de rosas, ni rosas en los pies en alguna posible subsecuente aparición en Lourdes, Francia, o en Estación Manga, Montevideo, Uruguay…

Benedicto XVI.- viene por lo de San Benedicto, más allá de los quince Papas que usaron el mismo apelativo, antes que él. Y San Benedicto viene a ser algo así como San Bendito, que luego se transformaría en San Benito, y subsiguientes…

San Benito, San Benedicto, santos milagrosos o milagreros, dependiendo la diferencia entre ambos términos, exclusivamente de la idiosincrasia de quien les rinda culto… Quienes se conforman con el milagro de marras, dirían, quizás: santo milagroso; quienes sólo se conforman con el acto de fe degenerado en milagro, serían los que dirían a su vez: milagreros.

El milagro.-

Negado y aceptado por al Iglesia Católica…

La trivialidad de que lo acepten por un lado y lo nieguen por otro, siempre va a depender de la oferta y la demanda marcada por el creyente, y no necesariamente por la idea vaticana. La Iglesia acepta el milagro, siempre y cuando el feligrés de cualquier parroquia no se dedique más al milagro que al culto a Cristo y su Santa Madre… lo negarán, cada vez que un feligrés de la parroquia que sea, se vuelque frenéticamente más al hecho, acto o consigna de milagro, que al concepto de Cristo y su Santa Madre.

Y allí de nuevo aparece la confrontación entre la ciencia y la fe. Para que un milagro sea tal, aceptado por la Iglesia, deberá ser demostrado con pruebas científicas y/o empíricas, contundentes y reiteradas, que en definitiva es la norma preestablecida para que un Santo sea canonizado, o declarado como tal. Una vez aceptada la situación, el milagro pasa a transformarse en algo sagrado, exclusivo de la fe, y nadie es capaz de andar por ahí, cuestionando si San Fulano o San Mengano realmente obraron milagros. Pasa a ser, de nuevo, un acto de fe.

Y mi acto de fe, mi milagro evocado hoy, el nacimiento de mi hermosa y brillante hijita, tiende a ser milagroso por varios motivos que rodearon el nacimiento en sí: la fe “profana” del ginecólogo de las nueve lunas, que no tuvo en cuenta el comienzo de la luna creciente; mi falta de fe, al confiar en él, en lugar de confiar más categóricamente en San Juan (que dicho sea de paso no es un santo ni milagroso ni milagrero, sino que tan sólo fue quien bautizó con agua a su primo, Jesús, avisando que éste habría, a su vez, de bautizar en Espíritu Santo, paloma descendiendo sobre su cabeza, y demás). Y me faltó fe... Fe en mis convicciones lunares, fases incluidas, fe recibida de mis abuelos gauchos, criollos, napolitanos y vascos. Me faltó fe en mí mismo, dado que teniendo fe en San Juan, no respeté los cánones que corresponden a cada acto de fe.

Pero lo importante a destacar es que Dios es Omnipotente. En su poder y en su gloria, distribuyó una vez más a perfección, los movimientos universales, tan trillados en los ejercicios espirituales de Ignacio de Loyola, haciéndolos valer, haciéndolos imponerse una vez más, en los actos simples y naturales de la vida, como es el nacer.

Y nació Lucía. Y nació bien. Tan bien, que apenas salió de la sala de parto, me miró de manera radical y fiera, a través de sus ojos verdosos a veces, castaños muy claros otras veces, como para confirmar que estaba ahí gracias al ginecólogo, al obstetra, a su madre, a San Juan. Por sobre todo, a San Juan.

Es probable que al crecer, al seguir creciendo, con una mano se persigne (ya lo sabe hacer) y con otra haga ciencia (aún no ha destripado a ningún sapo, pero ha expuesto ideas rayanas en lo más universal de la ciencia pura).-

San Juan.-

El bautista.

Porque como en el caso de los 16 Benedictos y los San Benedictos y San Benitos, hay otros San Juanes: el apóstol, el teólogo, hasta un apócrifo de las leyes primordiales de Cristo, que igualmente a pesar de ello es también santo, y muchos más, que se rebuscaron del nombre, y lo conservaron más allá de su canonización.

El bautista.-

El único, como decía hoy, que se conmemora en su fecha de cumpleaños, y no de martirio o muerte.

El que tuvo los cojones para bautizar con agua del río Jordán al Cristo…

Y a muchos más, de la plebe, del pueblo, con las mismas aguas en el mismo momento.

El tipo vivía en el desierto, como Bin Laden, como Muammar el Gadafi, como Nabucodonosor, como Cristo en su momento de tentaciones frente al maligno, como Martín Fierro en su huida por esa pampa jodida casi desértica, como tantos otros…

Y comía miel de abejas.-

Y se vestía con pieles de camello.-

Estaba medio sucio y loco, o al menos, desalineado y en éxtasis.-

Pero, desde su desorden social, supo establecer las premisas que marcarían la llegada del Cristo, para acometer en su expiación de pecados de la humanidad. Supo marcar las ideas primordiales para una sociedad mejor. Aunque ahora muchos confunden el mensaje de Jesucristo con un mundo mejor, la única pretensión válida de estos primos, era la de una sociedad mejor, en lo que a entendimiento entre seres humanos se refiere…

Y estaba en el horno! Claro, molestaba a los intereses de los manda más… Y Herodes, que nunca vivió en el desierto, y que lo único que conocía de las cabras era el sabor de sus muslos asados, se dejó convencer por la lúdica Salomé y le mandó cortar la cabeza al bautista.

Tuve una cuñada que se llama Salomé… comunista. Frenteamplista. No me consta que haya logrado que algún energúmeno como Herodes le haya cortado la cabeza a nadie por sus ideas. Yo, al menos, aún creo tener mi cabeza en su lugar… pero no le llego ni a los talones al Bautista. No; no subsisto de la miel de abejas ni de dátiles (acá en el sur estos últimos son muy caros para mi dieta). Además, no ando bautizando a nadie ni en el Miguelete ni en ninguna de las otras formas fluviales próximas a nuestro territorio. Sólo acepto culturalmente y espiritualmente, esa gesta venida de tan lejos, pero que contiene un mensaje de paz y amor… A veces, tan solo a veces, recapacito en el periplo recorrido de las ideas de Cristo, desde aquella lejana, en el tiempo y la distancia, Palestina, la misma de Yasser Arafat, pasando por Roma, incursionando a sangre y fuego por toda Europa, y llegando en manos de los misioneros a nuestra América, y digo: que lejos!

Y cuando la cosa se pone dura, recuerdo al poeta brasileño, cuando canta:
“A veces quiero creer y no lo consigo;

“Es todo una total insensatez;

“Ahí, le pregunto a Dios: escuche, amigo:

“Si fue para deshacer, ¿por qué es que hizo?”

Quizás la respuesta adecuada esté precisamente en San Juan. Pero no necesariamente en su arenga socio política espiritual, sino en algo más simple que de el impresionante Santo nos llega: su tradición adaptada.-

Tradición de San Juan en el nuevo Mundo.-

Las cédulas.-

La fogata.-

Los bailes familiares.-

El choclo asado a las llamas con manteca.-

Las mil y una “simpatías”.-

Las simpatías de San Juan.-

Plantar los tres dientes de ajo, que de un año pal otro se transforman de ajo macho.

Poner las tres papas debajo de la cama; una pelada, la otra a medio pelar, y la tercera sin pelar. Y al día siguiente, manotear debajo de la cama, pescar una, a suerte y verdad, para saber si el resto del año será “pelado”, medio “pelado”, o “peludo”, en lo que a buena fortuna y plata se refiere.

Sacar la horma de la mano izquierda sobre una tuna de higo, para curar las afecciones bronquiales y hasta algunos casos de asma.

Poner el agua al sereno, antes de la medianoche entre el 23 y el 24 de Junio, retirándola antes de la salida del sol el 24; beber unos sorbos, lavarse las manos y la cara (en ese orden), para ser felices, sanos, y amados.

Tirar la clara de huevo sobre un tacho con agua, para ver la cara de quien será el amor de la vida.

En el nordeste brasileño, se llevan a cabo las “festas juninas” (fiestas juninas, por el mes de Junio), compuestas por los homenajes a Santo Antonio (el 13), San Juan (el 24) y San Pedro (el 29) –a éste último se le acopla San Pablo, de garrón, pero popularmente nadie lo festeja-

Y en esas “juninas”, baile (forró), comidas tradicionales de acuerdo al arte culinario nordestino, que sostiene los principios lusitanos y amerindios, y trasnochadas de bochinche sano, como es difícil encontrar en las grandes ciudades, y en la pequeña Montevideo también.

Hasta hace unas tres décadas, en las zonas rurales de nuestro Uruguay, incluida la zona rural de Montevideo, donde me crié, se mantenía la tradición.
Recuerdo a la Nena Chiappino (60 largos años la “Nena”), que saltaba por encima de la fogata de San Juan, chamuscando a veces sus pollerones negros con las llamas, y gritando: “Viva San Juan!!!”, en la esperanza de encontrar novio…

Y lo encontró. Al gordo Curbelo, que pasaba por el camino vecinal donde vivíamos, repartiendo carne que transportaba en una jardinera tirada por un caballo tan gordo como él mismo.

Se casaron. Y en la luna de miel, que pasaron en la humilde casa donde ella vivía con su anciana madre –Doña Julia-, irónicamente, en el mes de Junio (¡creer en San Juan o reventar!). Y a falta de fogata y fuegos artificiales en estas juninas del sur, una barra de amigos adolescentes nos encargamos de tirar varitas de navidad, con muy buena puntería, hacia la ventana de los desposados… fue escandaloso…

A los pocos años, saliendo con el surtido de Manzanares, la sucursal que estaba en Cuchilla Grande (hoy Belloni) e Instrucciones, ella adelante y el detrás, él con las bolsas más pesadas, al pobre gordo se le ocurrió infartar, cayendo fulminado el la calle. Ella se dio cuenta cuando estaba por subir al ómnibus, y notó que le faltaban las bolsas más pesadas del surtido…

No tuvo que vestirse de luto, porque nunca había abandonado su vestimenta inmaculadamente negra…

No recuerdo que de allí en más siguiera saltando por encima de la fogata de San Juan, en la medianoche del 23 al 24.

Recuerdo también a mi primo Walter, el Tutano, que fue en una de esas medianoches de San Juan, a ver como nacían las flores blancas de la higuera. Siendo que los ancianos siempre señalaban que, si bien era la única noche del año en que la higuera daba flores, no había que acercarse, porque el diablo andaba cerca… El tipo se puso debajo de la higuera, a la luz de la luna llena. Mmmm.. no se si fue sugestión o el diablo mismo en la noche de San Juan, pero sí se que tuvimos que ir a rescatarlo porque sufrió un susto tremendo, del que nunca quiso dar detalles, y quedó desvanecido al pie de la higuera.

Mi padre juntaba hongos, de esos grandes, de unos 30 cmts de diámetro, que ya no hay, que cuando secos quedan marrones, y los enarbolaba en las puntas de unas cañas de tacuara, los impregnaba en querosene, clavaba el otro extremo de la caña en el suelo, y encendía los hongos… fuegos artificiales maravillosos!, naturales y baratos (baratos, porque en esa época aún faltaba mucho para que Cendic se hiciera cargo de ANCAP y subiera dispartadamente el precio del querosene)…

Y a la luz de esos hongos ardientes, jugábamos y saltábamos sobre las llamas de las fogatas, comíamos choclos asados, en La Noche de San Juan…

24 de Junio.-

San Juan.-

Lucía.-

Si me da el tiempo, encenderé alguna fogata, para ver brillar a su luz, los ojos preciosos de Lucía…

Y si el tiempo me es adverso, soñaré con los ojos de Lucía, para siempre, y con las luces de la noche de San Juan…

lunes, 21 de junio de 2010

"ES LO QUE HAY... VALOR" (versión libre de Tom Cruise)

Gente… Dan y damos que pensar. En patota, y por separado también.

Los clásicos grupos humanos, de cualquier cultura, de cualquier civilización, que con el decorrer del tiempo y, expuestos al proceso de la evolución de la Naturaleza, terminan transformándose en patotas, nos muestran hoy día una variada gama de espantos, de horrores culturales, tantos, que si les otorgamos espacio y tiempo, la lista es tan enorme y grotesca, que insumiría la vida entera del juglar, del reportero, o del amanuense.

Y por separado, es decir, individualmente, también es notorio el desgaste de la civilización; le veo en mi intimidad, y lo vislumbro en la de varios especímenes más de mi patota de turno. Nos hacemos trampas al solitario, sobre una base conceptual errónea de pretender tener la razón y, peor aún, ser dueños absolutos de la verdad.

Así, vemos a políticos, periodistas, gente del público en general –ya que ambos ejemplos y todos los demás de “gente del público” no son más que eso- inventando palabras, verbos e ideas, absurdas sobre el absurdo.

Un Sarthou (el Martín ex de la Eunice, claro) por ejemplo, que luego de su “eeeeeh” arrastrado, entre frase y frase, te mete un verbo “impactar” que no existe, pero del que varios se valen igualmente en los últimos años; Impacto: golpe o reacción de un cuerpo sobre otro, y solo eso… ahora, éste energúmeno y varios más, te lo conjugan con total tranquilidad y sin sombras de culpa o responsabilidad: “yo impacto, tú impactas, él impacta”, etc. etc.

O una Sara Perrone que, al hacer entrega de los Florencio (pobre Florencio Sánchez!) en pleno Montevideo cultural, anuncia: “y ahora….! El Martín Fierro es.. para: Fulano de Tal”, acusando recibo de una tétrica e inculta Buenos Aires, que tanto nos influye. No me asombraría que en cualquier momento se cambie el evento de los Florencio Sánchez, por el de los Florencia de la Vega

Y de porteños hablando, hoy mismo, en Montevideo, en esta mañana otoñal, voy a comprar al Disco (supermercado que impone las reglas de consumo de acuerdo a su criterio argentino y jamás acorde a la oferta y la demanda montevideana), una bolsita de café… marcas elegidas según el criterio mencionado, y en medidas que no necesariamente tienen porqué estar de acuerdo a lo que el cliente (QUE ES EL CLIENTE QUIEN LES PAGA Y LES DA DE COMER A ESTOS HIJOS DE PUTA!) requiere o desea…

(Pepe alcahuete); termino –hoy de mañana, en el Disco S.A., en un instante otoñal- comprando un paquete de 100 gramos en lugar de uno de 250, que era el que yo deseaba, y de una marca que no era la que pretendía, pero, como se dice también ahora desde hace unos años: “es lo que hay”… Por tanto, uno realiza un acto de concientización al concluir que por un lado, levantan los piquetes de los puentes de mierda, y por otro me enchufan el café –en marca y cantidad- que a ellos se les antoja; si total, es “pa la villa chica”: Montevideo.

Y eso de: “es lo que hay”, es todo un acto de contrición cultural, que estoy seguro pocos conocen su porqué y su origen prosaico. Todo comienza en aquella película bastante pedorra de Tom Cruise, en la que el amigo alojado en su casa va al refrigerador y se queja “sotto voce” por no encontrar lo que buscaba, a lo que el propio protagonista mencionado, le responde, medio hastiado, medio caliente: “es lo que hay”, como dándole a entender que si no le agrada, que se joda o se vaya. A ello, a la frase, el clásico montevideano fantoche, enarbolando la consabida pseudo cultura profana del modernismo y el liberalismo, le agrega, mediante otro acto de soberbia ridícula: “es lo que hay: VALOR”, anexando así un compendio casi completo de la anti cultura que profesamos cada vez más. Ese “valor”, al final, después de la coma al respirar, demuestra de forma tácita el potencial que todo lo lumpen puede llegar a tener en una “patota” social, cuando la gente realmente quiere y anhela retroceder en su capacidad educacional y cultural.

Y así, llegamos a extremos que sólo son entendibles luego de analizar pertinentemente los rasgos más ruines que un grupo humano puede poseer.

Hace unos días, en el hogar que me dio amparo y abrigo, uno de los hijos me ofendió espontánea y naturalmente, al mencionar que yo podía ser capaz de agredir a una raza, a una cultura, ajena a mí y a él, mediante la prácticamente imposible opción de que yo pudiese “hacer chistes judíos” frente a una chica con ese origen. Cuando lo mencioné, cuando exterioricé mi sentimiento de ofensa, pues el ofendido entonces resultó ser él!!!

No tuvo presente en ningún momento al ofenderme, ni mi edad –suficiente como para tener la experiencia del respeto humano-, ni mi cultura, ni mi profesionalidad, ni mi don de gente… Simplemente dijo: “che! que a Juan no se le ocurra “hacer chistes judíos” frente a Fulanita, que es judía”; claro! Y Juan es idiota!, hay que alertarlo para que no meta la pata, porque es incapaz de soslayar, de interpretar y de conocer los cánones de conducta y comportamiento en “sociedad”. Ergo, debo frente a él, meterme por el culo mis dos profesiones, mi educación y mi mundo recorrido, a efectos y fin de su felicidad paupérrima.

Por eso, así estamos, en manos y bajo el poder de la anti cultura.

La misma que nos obliga a aceptar el vocablo “intendenta”, o “presidenta”, etc. Quizás falte poco para que nos obliguen entonces a aceptar: “intendento” y “presidento”… (Pepe alcahuete)…

Ah! Y “Edila”! “me se” olvidaba…

Es que es más fácil, cómodo y barato (nosotros los “orientalos” que siempre buscamos afanosamente lo barato), ver y escuchar constantemente a Ricardo Fort, que desgastar nuestra vista ojeando las páginas aburridas y pesadas de cualquier diccionario o enciclopedia parido o parida por la Real Academia Española que, bien o mal, es nuestra lengua materna…

Así, es preferible atender a un Pachano cuando ridiculiza al negro africano, haciendo mención quejosa de la atención del público sobre sus miserias, gritando: “si quieren divertirse, no lo hagan conmigo, consigan un mono bajando de un cocotero o un negro africano” (¿!?!?!); eso sí… a Juan, el idiota, adviértanle que no haga chistes fuera de lugar… Lugar?!?!? Eso mismo: Lugar. El que le corresponde a cada uno y cada quien a efectos de salvaguardar los valores que aún nos van quedando.

Y en la medida que se logre, quizás también logremos neutralizar y contrarrestar a esas víctimas del stress, de la depresión y la angustia, que son los conductores, cobradores y conductores-cobradores de los ómnibus capitalinos, los mismos que antes llamábamos “choferes” y “guardas”. Esos mismos que se quejan del mal trato que reciben de los pasajeros. Y cuando digo pasajeros, me refiero a esa patota de seres humanos que suben a los buses (antes “ómnibus”) con el dinerillo en la mano, para comprar el boleto mediante el cual ellos comen y le dan de comer a un Salgado y similares, a cambio de ser trasladados como ganado de un lugar a otro de la ciudad: “Arriba, arriba!!!”” ; “apúrese doña!, que estoy apurado!” ; y si por una de esas a la doña se le ocurre mencionar su reuma o artritis que la hacen algo lenta y lerda, es probable que le sugieran viajar en taxi o ambulancia, en lugar de su “bunker” de poder irrestricto: el “bus”… Pero ellos, los conductores-cobradores, son las víctimas del stress y la depresión… Capaz que por su afección es que nos tratan como si fuésemos ganado.

Antes, (y con eso de “antes” no quiero significar que todo tiempo pasado fue mejor, no), no existía el timbre eléctrico o electrónico en los ómnibus; estaba la clásica cuerdita que tironeada por el guarda, accionaba una campanilla que advertía al chofer que alguien iba a descender en la próxima parada, luego que ese alguien chistaba (las mujeres y los desdentados mediante el clásico soplidito entre labios, y los varoncitos con dientes, a través del silbido con el que se llama a las gallinas domésticas en las chacras). “Cerrá atrás y vamo!”

Gente… Dan y damos que pensar. En patota o por separado…

(Pepe alcahuete)

“Cerrá y vamo!”