"L'HOMME EST BON, LA SOCIETÉ LE PERVERTIT" Jean Jacques Rousseau

Y en cada uno de nosotros se encuentra la virtud y cualidad de eludir dicha perversión, primero en uno mismo, para luego ayudar a los demás en la misma intención.

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sábado, 1 de mayo de 2010

MARTIRES DE CHICAGO

1º DE MAYO.-
Conmemoración de la justicia laboral, de la violencia, del anarquismo “a la americana”, del capitalismo, y del proletariado.
El 1° de mayo de 1886, tras la perseverante lucha del trabajador Ira Steward, el entonces presidente de los Estados Unidos, Andrew Johnson, promulgó la Ley "Ingersoll", la misma establecía que sólo se trabajara ocho horas diarias, sin embargo la Ley no se cumplió, por lo que las organizaciones laborales y sindicales de EEUU empezaron a luchar por su cumplimiento.
Los obreros elevaron una sola voz: “A partir de hoy, sólo ocho horas diarias; ni una más. Ocho horas para el trabajo, ocho horas para el sueño y ocho horas para la casa”. Los patronos, como era de esperarse, se negaron, pero los trabajadores organizados paralizaron el país con más de cinco mil huelgas. Se puede decir que el clamor de 350.000 trabajadores en las calles logró en parte el objetivo, aunque no con la misma rapidez en los distintos centros de trabajo. No obstante, el panorama en Chicago era distinto, debido a que los medios desvirtuaban las medidas y tildaban de vandálico al movimiento, los trabajadores de la fábrica McCormick tenían más de dos meses enfrentados a sus patronos, y finalmente chocaron de forma violenta. Fue necesaria la intervención de la policía y para el 4 de mayo, se habían registrado seis muertos y numerosos heridos.Adolf Fischer, uno de los dirigentes de la huelga, invitó a un mitin en la Plaza Haymarket, donde los más destacados dirigentes sindicales harían uso de la palabra. En medio de la concentración, cuando la policía recibió órdenes de dispersar a los asistentes, una bomba estalló cerca de las fuerzas policiales, dejando un saldo de seis policías muertos. El hecho enardeció a los funcionarios, quienes atacaron despiadadamente a los manifestantes dejando un resultado de 38 muertos y 115 heridos.
Tras declarar toque de queda, detuvieron a centenares de trabajadores que fueron golpeados y torturados, acusados del asesinato de los policías. La Prensa reclamaba un juicio sumario por parte de la Corte Suprema, y responsabilizaron a ocho anarquistas y a todas las figuras prominentes del movimiento obrero.
La prensa calificaba el movimiento en demanda de las ocho horas de trabajo como: “indignante e irrespetuoso“, “delirio de lunáticos poco patriotas“, y manifestando que era “lo mismo que pedir que se pague un salario sin cumplir ninguna hora de trabajo”.

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